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Piso de 120 metros cuadrados, con ascensor, tranquilo, exterior con vistas al Instituto Geográfico Nacional, con tres habitaciones y un pasillo interminable. Recibe el nombre por su cercanía de La Llama, en un arriesgado juego de palabras creado por Martín entre la sepia servida en dicha cafetería y el CMU Fundación Sepi, colegio del que emigraron los componentes del piso.
Fundación Sepia es propiedad de Mami, y actualmente residen en el mismo Rafa, Cerdeñín y Carloh.
Sin embargo, lo verdaderamente valioso del piso se encuentra en sus vistas, y especialmente en el edificio de enfrente, en donde en el bajo vive la famosa Vecina Cachonda.
Cuenta la rumorología que esta será la próxima expansión del archiconocido juego de mesa Hotel.
Digno de mención es el hecho de que, por poseer este piso un sofá cama, un juego de llaves extra, una tendencia entre sus ocupantes a abandonar la ciudad llegando los fines de semana y unos inquilinos tan bien intencionados, este piso se ha convertido en un lugar de peregrinaje para colegiales y excolegiales que vienen en épocas del año diferentes desde lugares lejanos en lo que se ha dado en denominar la corriente del cuarto compañero.
Es tradición en esta casa ponerse motes entre sí constantemente. Siempre acaban en "-ito" y hacen referencia a alguna cosa ligeramente fuera de lo normal que haya hecho uno de los habitantes una vez en su vida, con eso basta para hacer un nuevo mote. Ejemplos: que uno escribe un relato corto y de 300 palabras 20 son "broca", pues se convierte en el broquitas; que uno ha hecho el último examen de su carrera, pues pasa durante ese día a ser el examencitos o el carreritas; que uno decide un día tomar fruta en lugar de yogur de postre, pues será denominado el frutitas; y así hasta el infinito. El periodo de duración de estos motes es indeterminado, unos duran unos minutos y otros años.
Hechos memorables
- Las lentejas quemándose delante de Cerdeñín, que estaba como siempre en la parra. Y los filetes, y la pizza, y ...cualquier comida quemable que tenga que vigilar.
- Barca bebiéndose el bote de mojo picón como si fuera agua, totalmente borracho.
- El día que Cerdeñín cogió un libro y fue para matar un mosquito.
- Codos, el juego inventado por Rafa y Cerdeñín formado por una pelota, los codos de los jugadores y una cama cumpliendo las funciones de red.
- Las meriendas de Carloh, desde las 5 en punto hasta las 8 y media en una continua peregrinación hasta la cocina.
- Jaime Orduña de borrachera comiendo coditos en la cocina con un ansia inusitada. Esto sucedió varios findes seguidos. Aunque Jaime no apareciera en toda la noche, el sólo susurrar la palabra coditos hacía que se plantara en la puerta de casa.